domingo, 2 de agosto de 2009

Textos de Roberto Juarroz

1
Siento que algo ha terminado.
No es la vida todavía.
No es tampoco el poema,ni la canción que me derrota,
ni el terco sueño que ata al hombre,
ni el antisueño que nos salva de dios.
Debe ser el ir hacia las cosas:
Ya he aprendido a dejar que ellas vengan.
Debe ser la raya de sumar:
Ya las cuentas no me sirven de nada.
Debe ser la esperanza alternativa
De ir voceando tu nombre por la muerte.
Siento que algo ha terminado.
Debe ser que algo empieza.


2
La música no necesita justificación.
Ella no rompe el silencio:
Lo abre como a un fruto maduro,
como a una mano húmeda,
como a un templo fervorosamente ecuánime.
La palabra,en cambio,sí necesita justificación.
Ella incorpora al silencio
El estremecimiento que emana del sentido,
El sinsabor de ese insinuante apremio
Que desgasta al silencio.
La música acompaña a la noche.
La palabra siempre la corrige.
La palabra empieza en el hombre.
La música puede empezar en cualquier parte.
La música es un gesto hacia la luz.
La palabra es un gesto ante el vacío.
La palabra desconcierta a las cosas.
La música es una reducción de la nada.
La música completa lo invisible.
La palabra sólo recorta lo visible
Y lo prende con alfileres
en la espalda de los pájaros.

3
Hay que proseguir el ensayo.
No importa que debamos improvisar,
que no haya director
Y que la pieza que ensayamos no se estrene nunca.
Tambièn la flor es un ensayo,
la palabra es un ensayo,
el silencio es un ensayo,
el amor es un ensayo,
los dioses fueron un ensayo.
Aunque el anfiteatro estè vacìo
y nos desnuden las ausencias,
como a la flor la desnuda
el hecho elemental de que todo no sea flor,
que el aire no sea flor,
que la luz no sea flor,
que el tiempo,el pensamiento no sean flor.
Aunque la voz del hombre
estè llena de huecos
o tal vez sea un hueco,
hay que proseguir el ensayo.
Es el ûnico modo
De que al menos los otros ensayos
Quizà se estrenen algún dìa.
Y entonces tal vez ellos nos arrastren.

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